Alegría Interna es el resultado de muchas personas que creen que el yoga puede ser una herramienta para vivir mejor. Nos une el deseo de crear espacios seguros, cálidos y humanos.
Pongo en práctica todo lo que he aprendido para ayudarte a vivir con plenitud a nivel físico, mental y espiritual.
Mi nombre es Marina, soy profesora de yoga y formadora de profesores de yoga. Imparto clases en grupo en diversas escuelas y asociaciones, pero principalmente imparto clases particulares de yoga a domicilio.
Me gusta enseñar de forma personalizada. Antiguamente, las enseñanzas del yoga se transmitían de manera individual, de maestro a discípulo, en un vínculo cercano y profundo. Esta relación, conocida como guru-shishya parampara, permitía que el maestro guiara al alumno de forma personalizada, adaptando las prácticas a su nivel, carácter y necesidades espirituales.
Más que una técnica, el yoga era una experiencia vivencial, compartida en silencio, observación y presencia continua, donde el conocimiento se revelaba con el tiempo y a través de la práctica constante. Me parece que esta forma de aprendizaje tiene un encanto que no debería perderse.
Estoy certificada por diferentes escuelas, en diversas especialidades. Estoy titulada en las prácticas de Yoga Integral por las escuelas Om Shanti y Mahashakti.
También me he formado en Hatha Yoga, Yoga Nidra, Yoga infantil, Yoga Aéreo, Raja Yoga (Meditación) y Yoga Mujer por diversas escuelas. También cuento con Máster en coaching deportivo por la Escuela Europea del Deporte.
Pertenezco a la Asociación de Profesores de Yoga Integral y dispongo del Certificado Oficial de Profesionalidad en Yoga, y las certificaciones avaladas por la Yoga Alliance y FEDEFY.
El yoga nos ofrece múltiples herramientas para mejorar de forma notable nuestra vida a nivel físico, mental y espiritual.
Hay una parábola que me gusta mucho porque creo que nos ayuda a entender cómo afecta el yoga en nuestra vida. Esta parábola nos cuenta la historia de una anciana que perdió una aguja. La anciana recorría la calle buscando su aguja y pidió ayuda a los vecinos para que le ayudaran a encontrarla.
Durante horas todo el pueblo estuvo buscando la aguja hasta que uno de los vecinos le dijo «el pueblo es muy grande y la aguja muy pequeña ¿en qué zona crees que la has podido perder?», la anciana respondió «en mi casa». Los vecinos no entendían por qué buscaba en la calle lo que había perdido en casa. Sin embargo, aunque nos parezca extraño, estamos acostumbrados a buscar fuera lo que tenemos dentro.
La felicidad es un ejemplo que puede simbolizar la aguja. Pues el yoga nos reconecta con esa felicidad que nace desde dentro de nosotros, una alegría que nace de nuestro interior.
Si quieres emprender este camino de autodescubrimiento estaré encantada de acompañarte.
Muchas gracias y mucha luz.
Estoy aquí para escucharte, acompañarte y ayudarte a encontrar lo que buscas.